Una vez más en nuestra atribulada
España, supuestamente, se nos concede a todos los españoles, como
gran privilegio otorgado por el SUPREMO HACEDOR DEL UNIVERSO, que un
solo individuo, aparezca en política por el noroeste peninsular,
cual nuevo Santiago, tratando de convencer machacona e
insistentemente con inexactitudes, tergiversaciones, exageraciones y
enormes trolas, que ha sido él solito como Presidente del gobierno
de la nación española, “después de heredarla, poco menos que en
ruinas y sin recursos esquilmados por unos depravados malandros como
los socialistas de Zapatero”, el que nos ha librado de un tan gran
mal como es el que ha supuesto evitar para nuestro país, por lo
visto, eso que llaman “RESCATE” y que significó, ¡¡nada
menos!!, el que los asombrados e ingenuos medios de comunicación
gubernamentales y afines, cual fieles lacayos, hayan tratado,
considerándonos a todos los españoles cortos de entendederas, de
vendernos una “moto” con absoluta irresponsabilidad y falta de
profesionalidad, cual adocenados corifeos, elevando a los altares a
un RAJOY como autor del denominado “milagro económico español”
que, según cuentan estos agentes de la propaganda gubernamental
rajoyana y pepera, ha asombrado al mundo entero pero, en especial al
club de la más rabiosa montaraz y salvaje derechona europea que
aplaude, sin reservas, el éxito de su acierto al apoyar,
descaradamente y sin escrúpulos, todos los ensayos que bien les
parecieron para aumentar sus desorbitados beneficios como artífices
de una política crímino-liberal, llevada a cabo en España por un
“minguito” como Rajoy, que en tan corto espacio de tiempo, ha
conseguido crear un ejercito de CATORCE MILLONES de empobrecidos
españoles de los que más de SETECIENTOS MIL están en la
indigencia, dependiendo únicamente de las ayudas de una CARIDAD que
es el paliativo más insocial e insolidario que conocerse pueda en
este, cada vez, más desnaturalizado mundo que ha permitido
desterrar del sistema el sentido de la palabra JUSTICIA.
Algo que unido a los sintecho, contados
ya por miles dando fe de la GRAN ESTAFA que supuso el otro tan
cacareado milagro económico del que tan incomprensiblemente se
sienten orgullosos los afines al PP, protagonizado por el
“inconmensurable “ Aznar al “parir” una burbuja inmobiliaria
que dio lugar a la creación de millones de hipotecas con
enriquecimientos tan injustos como las astronómicas ganancias de los
impresentables Bancos españoles, (ahora rescatados con el dinero de
todos los españoles), que fueron el refugio adecuado a capitales,
hechos de la noche a la mañana, en la academia de corrupción en que
se transformó una buena parte de la clase política española,
representada por sus dos más grandes formaciones (PP-PSOE),
tocándole la peor parte del desastre anunciado a los del PSOE,
quienes cobardemente no supieron ni quisieron hacer explotar, cuando
correspondía, la burbuja inmobiliaria, factor del que se aprovechó
el PP para desbancarles del gobierno y seguir las andanzas que, en
punible complicidad, protagonizaron los socialistas al no denunciar
con la misma contundencia que ellos, el falso “desarrollo
económico”, heredado del PP, que se puso de manifiesto con la
llamada CRISIS mundial y en la que España cayó con todas las
nefastas consecuencias de las que hoy dicen habernos salvado a los
españoles y eso, sencillamente, es una gran MENTIRA y FELONÍA que,
cobardemente, tratan de perpetrar y ocultar con el mismo descaro
mentiroso con que han estado gobernando, hasta ahora, unos individuos
amparados en unas siglas de Partido degradando para siempre la
palabra POPULAR.
Si algo de dignidad le quedara al
artífice de tanto descalabro y desastre debería darle la cara a
tantos millones de españoles que, por generaciones, ha condenado a
la miseria que proclaman por el mundo ya miles de jóvenes que, en en
su país, nada tienen ya que hacer; de de cientos de miles de
españoles que alcanzaron la cincuentena de años y que carecen de
toda esperanza de poder trabajar; de los jubilados que, con exiguas
pensiones, no revalorizadas, congeladas están evitando el desastre
de unos hijos y unos nietos que bordean la desnutrición y la
desesperación porque no hay trabajos estables ni bien remunerados.
Hemos consentido los españoles que la que la mediocridad, la
irresponsabilidad y la indignidad con falta de escrúpulos, suba al
poder y esto no nos lo podremos perdonar si, de nuevo, demostramos la
manifiesta incapacidad que demostramos en las pasadas elecciones
para elegir a nuestros dirigentes ya que han abusado de la mayoría
absoluta, que un día les conferimos los españoles de buena
voluntad, traicionándonos miserablemente.
©Manuel Guzmán Noviembre 2015